lunes, 7 de septiembre de 2009

Devoción por la Virgen del Valle también se celebra con humildad en sectores populares.

En El Poblado, Cruz Grande, Palguarime y Santa Isabel adornan casas y calles para esperar el recorrido de la Patrona de Oriente el 9 de septiembre. También preparan sencillos altares y le conmemoran su día con vecinos y familiares para pagar promesas o por profunda fe.




La Basílica Menor “Nuestra Señora del Valle” en el municipio García, y las actividades que con motivo de las fiestas de la Madre del Hijo de Dios allí se realizan, son célebres en todo el país. Pero la adoración a “Vallita” en esta tierra insular traspasa ese templo y llega a las calles de sectores populares de la Isla donde la celebran con humildad.


Si en las últimas semanas su vehículo fue detenido en sectores como El Poblado, Cruz Grande y varias calles de Porlamar, la razón era recolectar para celebrar el “cumpleaños” de Vallita.


Más allá de las diferencias de cualquier tipo, y hasta de la inseguridad, los vecinos se organizan para caminatas, cantos, música y fiesta en honor a la Patrona de Oriente.


En la calle Transmisora de El Poblado, desde hace tres años se incorporaron a esta tradición. Oswalda Rodríguez cuenta que estuvo muy enferma del corazón y tuvo que ser operada. Le prometió a la Virgen regalarle una imagen si salía bien y, aunque la Santa cumplió, las dificultades económicas de Oswalda retrasaron su parte. Un día su mamá le regaló una imagen y ella decidió comenzar a honrarla con sus vecinos y familiares.


La imagen es colocada en un altar bajo un sencillo toldo. Detrás hay tres murales: uno de José Gregorio Hernández, el central con la Virgen y el indio Guaiquerí y otro con Jesús en la Cruz. Todos son retocados cada año, el traje de la Patrona cambia de color cada año y en esta oportunidad hasta lentejuelas fueron colocadas sobre la pared para engalanarla.


En la tarde de ayer la imagen lideró una procesión por las calles de El Poblado, con varias trompetas anunciando el paso de María. El recorrido culminó en un compartir familiar frente a la casa de Oswalda.


Entre las calles El Cartón y la calle Paralela de Cruz Grande, de Mariño, un recién construido altar en forma de gruta es el nuevo hogar de otra imagen de la Virgen del Valle. Antes estaba pintada en la pared, pero igual que ahora, le hacían su fiesta -con grupos de mariachis y samba incluidos-, armaban un arco azul y blanco, y adornaban las casas con flores o mariposas con estampas de la Santa. Dicen que hasta Niruma Carreño acude a bailar la tradicional Burriquita. El día cumbre es el 8 de septiembre, allí y en todos los sectores que siguen esta tradición.


Lorena y Vanesa Ramírez, Vigmary y Degni Vásquez y Elizabeth Martínez son quienes impulsan esta iniciativa en Cruz Grande desde el año 2003. Esperan que en esta oportunidad su sector sea incluido en el recorrido del estandarte de El Poblado que se realiza cada 9 de septiembre, Día de Los Guaiqueríes.


El Sol de de Margarita

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