Párroco Ángel Caraballo oficiará en la parroquia El Guamo.

El párroco Ángel Francisco Caraballo Fermín, dice adiós a la parroquia Cachamay, donde durante una década se mantuvo al frente de la iglesia Virgen del Valle, ubicada en la urbanización Mendoza, en Puerto Ordaz, para continuar la labor eclesiástica en la parroquia San Pedro y San Pablo, en El Guamo, debido a un designio de Monseñor Mariano Parra, quien motivado por la situación actual del sector desea que el padre siembre la fe en la comunidad. Mientras se mantuvo a la cabeza de la iglesia realizó distintos proyectos en pro de la transformación de las comunidades, siempre pensando en la realidad de los fieles, dentro de los cuales se destaca la remodelación de la casa parroquial, construcción del campanario en la Iglesia Virgen del Valle, construcción del templo San José ubicado en el barrio Los Oliandros conocido como la Curva de Castillito, complejo parroquial y consultorio popular en el mismo lugar, y el Templo Divino Niño ubicado en el sector de Los Monos, todo con el trabajo mancomunado de la comunidad y empresas privadas.

Ángel Caraballo, a pesar de tener un basto currículum que se extiende hasta estudios y cursos en el exterior, nunca ha dejado de ser una persona humilde, que lucha por sus ideales y por llevar la palabra de Dios hasta los lugares más ocultos, en esta oportunidad expresó el placer que siente de haber estado tantos años trabajando con los fieles que denominó “amigos”, quienes lo ayudaron a superarse en su profesión, y a entender que la realidad vive en cada una de las personas.

“La experiencia más hermosa que me llevo de aquí es la de conocer personas que me hicieron vivir en fraternidad, conocer la solidaridad humana, y además me hicieron crecer en el plano profesional, 10 años se cuentan fácil pero en este largo tiempo no sólo he dado mis conocimientos bíblicos sino que he llevado mis estudios hasta el plano personal, enseñándole a mis fieles lo que significa Dios y su palabra santa” indicó Caraballo.

De igual manera dio a conocer que el nuevo párroco será Carlos de Vera, de quien se espera que luego de recibir el templo el próximo 13 de septiembre, continúe las obras que ya han sido encaminadas por Caraballo, y siga trabajando en las comunidades necesitadas de la ciudad, aunado a esto exaltó que el compromiso de ser párroco de la parroquia más grande de Guayana, lo resumió en rendir y trabajar con los habitantes de la misma.

Fieles tristes por el cambio

Los fieles de la comunidad se encuentran afligidos por el designio del Monseñor, pero a pesar de la tristeza que los embarga siguen con la esperanza que en algún momento vuelvan asignar al sacerdote a la comunidad, dentro de los feligreses que no aceptan la misiva, se encuentra María Rosa Coronado, quien expresó, “el párroco es como nuestro segundo padre, el nos enseñó mucho de la vida, no hay palabras para resumir lo que ha significado él para nosotros, sólo puedo decir que es Amor, Comprensión, Sabiduría, Fe, Humildad, Solidaridad, Ternura y Progreso; nos va hacer mucha falta, nadie quiere que nos deje pero entendemos que él debe seguir impartiendo la fe y la palabra de Dios en otras comunidades necesitadas”.

Despedida

De igual manera se invita a toda la comunidad para que asista a la despedida del Padre que será durante la misa de las 6 de la tarde, del próximo domingo 6 de septiembre, en la cual se estará rindiendo honor a todos sus logros.

Nueva Prensa de Guayana

Escrito por María Gabriela Larrosa (Pasante UBA)-Foto: Guillermo Mora

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