Fue el caso de la parroquia Santísima Trinidad de Unare, donde el sacerdote Pedro Trujillo, quien invocó que “la trinidad no es soledad, sino armonía y respeto de las diferencias, con lo que realmente todos nos enriquecemos. Lo trinitario es el rechazo a todo nepotismo y dictadura, a favor de la pluralidad de mentalidades”.
La iglesia comenzó a recibir a los fieles desde las 7:30 de la mañana quienes se congregaron para asistir a la procesión con la imagen que partió desde la sede de la iglesia y recorrió zonas aledañas.
Para la fe católica la celebración representa la confirmación de Dios como padre dador de vida de quien todo procede y a quien se le atribuye la creación del mundo, como hijo quien voluntariamente se sacrificó por el bien de la humanidad y es símbolo de redención y al Espíritu Santo enviado por el padre y el hijo a quien se le atribuye la santificación.
Durante su sermón, Trujillo destacó también la importancia de vivir en comunión y respetar las leyes de Dios y del hombre al enunciar: “Los mandamientos fueron hechos para garantizar nuestra felicidad, de allí la importancia de asumirlos en nuestra vida para ser felices nosotros y hacer feliz a nuestra descendencia”.
A juicio del párroco, la enseñanza que nos deja esta celebración es la de “aceptar las diferencias de quienes están a nuestro alrededor, cada quien tiene cualidades, defectos, pero todos somos seres humanos y tenemos la misma fe”, recalcó.
Una vez culminada la santa misa, un centenar de devotos asistieron a la presentación de la banda del Colegio Mariano Picón Salas, que dio inicio a una verbena organizada por feligreses y la comunidad, con el objeto de integrar a quienes hacen vida en la parroquia.
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