Es nuestro propósito en la presente ocasión referirnos a que se haga realidad la construcción de la Catedral de Ciudad Guayana. Antes de abordar estrictamente el tópico, permítasenos hacer algunas reflexiones históricas.
Cuando detenemos la mirada ante las sólidas columnas de la antigua iglesia de la Misión de San Antonio del Caroní, aquí mismo en los predios de Ciudad Guayana, pareciera que oyéramos los rezos y cánticos de los frailes capuchinos. Que el sentimiento ancestral de los cristianos aflora con la fuerza de las caídas el Caroní. Es la fe trascendente, afirmativa, que nutre nuestras convicciones.
Con todos los antecedentes históricos de nuestra Guayana, en lo que a la propagación y mantenimiento de los valores cristianos, es conveniente destacar que hay necesidad de consolidar más las instituciones y en el presente caso, lo que atañe a la credibilidad cristiana.
Desde esos tiempos ya remotos en Caroní está perpeptuada esa simiente que fructifica en nuestra comunidad católica. Y así ha sido por el crecimiento de la ayer Zona del Hierro, que se jerarquizó la función del sacerdote al promoverse la estructura de un gobierno eclesiástico correspondiente a los avances registrados.
En lo relativo a lo arriba citado, hechas las gestiones correspondientes, el Papa Juan Pablo II emitió la Bula que creó la Diócesis de Ciudad Guayana en Roma el 20 de agosto de 1979. Entonces fue designado su primer Obispo, Monseñor doctor Federico Luzardo Romero. Asumió el gobierno eclesiástico el 24 de noviembre de 1979 en un importante acto escenificado en el Centro Cívico, en Puerto Ordaz.
Durante algunos años, Monseñor Luzardo despachó en una vivienda acondicionada al efecto por Ferrominera Orinoco. Después la Diócesis con nuevos titulares ha continuado funcionando en otro sitio, pero siempre con la esperanza de que se haga realidad la construcción de la sede de la Catedral como corresponde.
Hubo algunos anteproyectos arquitectónicos expuestos en concursos pero al final logró su aceptación el que elaboró el arquitecto Julián Ferris, quien fue decano de la facultad respectiva en la UCV.
Cuando visitó Ciudad Guayana el Papa Juan Pablo II, en la explanada de Alta Vista se registró la mayor concentración humana en la naciente urbe. Esto sucedía el 29 de enero de 1985. Allí donde el Obispo de Roma dirigió su famosa homilía al pueblo de Guayana, fue seleccionado para erigir la sede de la Diócesis, cuyos cimientos empezaron a levanarse en los años noventa.
Es hora de comenzar a hacer realidad lo que constituirá el templo mayor de Caroní, consagrado a la Inmaculada Concepción, patrona histórica.
Nueva Prensa de Guayana.
Escrito por Leopoldo Villalobos





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